El blog de Gunner!!!

Confesiones/crónicas de un internauta asombrado.

19. febrero 2013 13:46
by Gunner
2 Comentarios

Me gusta caminar bajo la lluvia!!!

19. febrero 2013 13:46 by Gunner | 2 Comentarios

Me dije cuando acabó el domingo: "Espero que esta sea por fin una semana normal, sin planes, sin sobresaltos, todo medido, monotonía…" y… un cuerno. Después de estos días atrás, y en especial de un fin de semana rico e intenso como pocos, agotador y lleno de irrepetibles momentos atesorados, me apetecía tener esa "semana normal". Pero… que remedio, poco a poco nos lo vamos complicando por ese afán de vivir, y casi sin querer volvemos a las andadas, mis fieles oteadores inefables de este su blog.

Y hablando de andar, llueve en Sevilla y yo… pensando en las musarañas, vuelvo tranquilo a casa caminando en dirección al coche tras dar por concluido el día. Llevo paraguas, pero sinceramente, he preferido disfrutar de uno de los mayores placeres que la naturaleza y la ciudad nos brinda. Mientras lo hacía me preguntaba (como tantas cosas que me pregunto): "La lluvia, ¿qué fenómeno tan curioso?… ¿Qué tendrá que apasiona a algunas personas e irrita tanto a otras? ¿Qué motivo hace que yo la vea tan hermosa?" Tenía la idea rondándome la cabeza, de modo que, en vez de irme a la cama como buen chico, le he dado algunas vueltas y creo haber encontrado al menos parte de la justificación.

Pasen y miren en mi interior:

     

Me gusta caminar bajo la lluvia.

Sentir como las gotas de agua golpean mi piel
Y me pregunto ¿por qué?
Quizá porque me hacen sentir vivo,
como pequeños nudillos que golpean pequeñas puertas.
Llaman a las pequeñas puertas de mi cuerpo
pidiendo abrirse y dejar entrar la vida dentro.
A veces pienso que son lágrimas de Dios
y dudo si son vertidas de alegría
por todo lo bello que el ser tiene
o lloran con nítida tristeza
por ver todo lo que el ser arruina.

Me gusta caminar bajo la lluvia
y ver como el mundo camina.

Lluvia fina, como los finos grises cabellos de un anciano ser.
Gotas redondas, alargadas, brillantes, de amanecer, de mediodía
Siempre buscando respuestas para un cerebro infiel
al que el destino seduce pues al esquivo azar llamé.
Miro mis húmedas manos los pomos asir
mientras empuja su cansada carga a través.
Fuera eres ayer, dentro eres ahora,
y sabes que aunque el rocío todo lo impregna
puede que solo sea el preludio con que nos premió
Por buscar vehemente nuestra propia patria
descendiendo hasta el mismo infierno ardiente
Donde el agua descubre su propia naturaleza
Y la transformación del alma culmina.

Me gusta caminar bajo la lluvia.

      

Paren… paren un minuto. Si ahora mismo. Cierren los ojos, piensen en ustedes mismos, en este instante, en medio del sendero de un jardín, o caminando por ese bonito paseo de su ciudad que tan bien conocen (iba a sugerirles "si es posible escuchando algo de música o, mejor aún, junto a alguien que de verdad les importe", pero de vez en cuando la soledad e incluso el sonido de la lluvia reconfortan).

Relean de nuevo el poema, ¿Ven como ahora todo cobra nuevo sentido? ¿A que son incapaces de volver a imaginarlo de la misma forma? Y todo por leer mi pequeña obra de arte… ¿No es maravilloso?

Un detalle (entre otros muchos) imposible de apreciar... lo escribí anoche, y ahora, ya de día, sigue lloviendo, así me he tomado la libertad de sustituir "anochecer" por "mediodía" y acompañar el texto con una imagen que he tomado esta misma mañana en uno de esos lugares a los que me refiero. Disculpen, manías de escritor.

Un saludo, Damas y Caballeros!!!

P.d.: Ah, y como suelo decir: "Un poco de agua no mata, solo moja!!!"

Innocent

19. octubre 2012 00:30
by Gunner
0 Comentarios

¿Por qué no?, un cuento!!!

19. octubre 2012 00:30 by Gunner | 0 Comentarios

He descubierto que escribir me relaja, casi tanto como el buen baño de espumosa agua caliente acompañado de algo de música de fondo, con el que me estoy homenajeando, así que aquí, con mucho cuidado, sin mojar el portátil, pero con el teclado ligeramente salpicado de gotitas de agua, me he dicho que ya está bien de bichear consumiendo internet, y que va volviendo a ser hora de contribuir engrandeciéndolo con mi propia aportación. Así que en esta ocasión en vez de torturaros con mi azarosa vida, me he dicho, "Algo deee... filosofía y ¿por qué no?, un cuento". Y como todos los cuentos, empieza con un "Érase una vez…", mis prominentes lectores.

     

Érase una vez un pequeño infante alegre, de cara redonda, ojos limpios y uñas sucias, juguetón, aventurero, pero tímido y tranquilo. Medía no más de cinco o seis palmos, y marcaba con orgullo sus diferentes alturas en el marco de madera mellada de la puerta de la habitación de su madre.

Caminaba cierta mañana de otoño cerca de la orilla del manso riachuelo que atravesaba el campo de sus abuelos. Miraba con curiosidad las hojas que flotaban en el agua arrastradas corriente abajo cuando le llamó especialmente la atención una hoja grande de arce, color marrón claro, sobre la que un escarabajo pelotero flotaba a salvo de morir ahogado en la corriente.

Decidió seguirlo, pues se imaginó al escarabajo brincando ágilmente desde el borde de la hoja hasta uno de los márgenes del riachuelo para ponerse a salvo, y no entraba en su cabeza perderse semejante acrobacia.

Caminó y caminó rio abajo, siguiendo su recorrido mientras observaba como el escarabajo, titubeante, se movía alrededor de la hoja sin decidirse a saltar. Algunas veces tuvo que apartarse de los márgenes del arroyo, pues el follaje y las rocas le impedían el paso, incluso en alguna ocasión tuvo miedo de alejarse demasiado y perder de vista la singular hoja poblada por su curioso único habitante. Pero fiel a su determinación sorteó los obstáculos hasta volver a encontrar el camino.

Así, casi sin darse cuenta, siguió caminando, caminando y caminando, y tanto se alejó, que se percató de que nunca había estado tan lejos, solo, y alejado del cobijo de cualquiera de sus familiares. Dudó, y tuvo miedo de que lo echaran en falta, pero se dijo se dijo a si mismo que si conseguía ver el espectacular salto, al menos volvería a casa con una historia bonita que contar, y sus abuelos y su madre no le reñirían, por lo que se autopersuadió para continuar.

Y caminó, y caminó, y caminó, y caminó, y el riachuelo llegó, al atardecer, a su desembocadura en el mar. Y la hoja, flotando al vaivén del oleaje de las olas marinas, fue perdiéndose lentamente en la distancia. Sin embargo…, algo sucedió justo cuando estaba a punto de desaparecer del alcance de su vista, distinguió como un pequeño puntito negro parecía saltar de ella.

Tan lejos estaba el puntito, que no distinguía si el torpe y zigzagueante vuelo lo acercaba o lo alejaba de él, hasta que por fin se dio cuenta que se dirigía en su dirección. Es más, para mayor asombro fue a posarse a justo a sus pies, y él, de alegría y alborozo, comenzó a dar saltos de felicidad.

Pero no acabo todo ahí, para su estupor el escarabajo, caminando muy, muy despacito, dejando una fina estela dibujada en la arena, se acercó a sus pies y se paró a mirar a esa enorme personita que tenía delante. Extrañado, el niño se agachó, y con toda la delicadeza con la que sus pequeñas manos inexpertas fueron capaces, lo cogió poniéndoselo en la palma de la mano derecha y levantándolo hasta la altura de sus ojos.

El negro insecto comenzó a hablar y le dijo:

"Llegado el momento, tú mismo transitarás un río. Se valiente como hasta ahora y no te dejes arrastrar indeciso hacia el mar, salta a la orilla y aventúrate a descubrir que hay allí."

Y el escarabajo despego de su mano, alzo el vuelo en dirección a las nubes y desapareció en adentrándose en el mar.

El niño, había leído cuentos, pero nunca había sido protagonista de uno de ellos, por lo que en su pequeña cabecita reinaba la confusión, así que aún sin entender muy bien qué acababa de suceder, se giró y comenzó a caminar de vuelta a casa de sus abuelos.

Pero…, mientras se marchaba miró un momento hacia atrás, advirtiendo que al fondo, en el horizonte, justo donde el sol estaba a punto de ocultarse, se condensaba una nube que al él, ignorante y bisoño meteorólogo, se le asemejó la figura de un hombre sentado.

      

Espero que les halla gustado el cuento, hay más de lo que parece.

Un saludo, Damas y Caballeros.

P.d.:  Ah, votos y comentarios, pulsando en los enlaces que aparecen un poco más abajo!!!

Smile