Hoy continuaré con mi propósito de repartir CAAAÑAAA, y voy a empezar por mi mismo, pues este artículo debería haber salido ayer.
Quillooo, que no estás acostumbrado a beber, joer!!!. Si vas al local
El Duende a saludar y tomarte una
copita (sin alcohol, puesto que al día siguiente curras), ¿como narices te acabas liando con los dueños del local para acabar todos a las tres y media de la madrugada tras un Vodka laaargo, un Tequila
(el 1º de mi vida, de hecho David, Elisabeth y Samu tuvieron que enseñarme a usar la sal y el limón) y un Chupito, en
La Fundición, ehinnn? ¿Y encima a las 4 de la mañana te ibas a sentar delante del ordenador a escribir tu post semanal?; No te lo crees ni tu. Menos mal que soy un tipo prudente y hasta que no se me pasó el pedo no cogí el coche para volver a casa.
Pero vayamos al post de hoy, un tema que a buen seguro afecta como usuarios de Internet a todos ustedes, mis fieles lectores. El objeto de mi post semanal es el polémico proyecto de ley de Economía Sostenible en su aspecto relativo a la propiedad intelectual.
Continuemos repartiendo, ahora para… ustedes mismos. A ver borregos, antes de hablar de algo al menos tengan la decencia de informarse acerca del tema, ¿no creen?, y por informarse no me refiero a la rumorología que los
pseudo-eruditos van vertiendo por esos medios, sinó a información real, veráz y objetiva; ¿Alguno de ustedes ha tenido la curiosidad de leerse la puñetera ley, eh?, seguro que no. Excepto si eres abogado o masoquista, ¿quien narices va a tener la paciencia de leer ciento noventa y nueve páginas de infumable verborrea política?
Annndaaa yaaa!!!
Bueno pues para ponéroslo fácil me he tomado la molestia de extraeros las cuatro páginas que nos interesan. Tengan al menos el detalle hacia mí de descargarlo y leerlo.
Pero si aún son tan vagos como para no emplear (iba a decir perder, pero estar informado nunca es perder el tiempo) cinco minutos en leerlo voy a daros mi docta opinión al respecto.
Veamos, en al apartado
Dos, se establece que se podrá requerir a los prestadores de servicios, que identifiquen a los "vulneradores". Vale,
muuu bien, ¿que significa en términos prácticos? Pues sencillamente que los presuntos
(no olviden la presunción de inocencia) vulneradores van a buscar prestadores de servicios que hospeden sus contenidos en uno de los múltiples países en los que su legislación sea permisiva en ese aspecto. Yo los definiría como
Paraísos Electrónicos (que al igual que los fiscales, existen), y problema resuelto.
En el apartado
Tres se dice que “
El ministerio de Cultura velará por la salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual, y bla, bla, bla”. En los diversos medios de comunicación se ha escuchado/leido a personas de ese mismo ministerio como mencionaban en repetidas ocasiones la cifra de “unos cientos de páginas”, en mi opinión no saben lo que se les viene encima; ¿Cientos?, permitan que me ria,
jaaaaaaaaa, jaaa, jaa. Miles, por no decir millones, o ¿acaso la ley no es
(y sera) aplicable a todos?, incluso a aquellas webs de particulares que con el simple ánimo de añadir contenido extra, enlazan a contenidos multimedia. Ah, y no olviden las denuncias de la
SGAE a conciertos benéficos!!!
Del apartado
Cuatro, ¿que decir de la “Comisión” que creará el Ministerio de Cultura? Pues miren amig@s eso
SI me ha gustado. Ya está bien de que sea una entidad privada y
con ánimo de lucro la que se encargue de velar por la salvaguarda de los derechos de propiedad intelectual
(y de la manera en que lo hace). Tan solo espero que el trabajo de dicha comisión se realice con la imparcialidad debida, y empleando el sentido común para discernir lo que es animo de lucro de lo que simplemente es libertad de información.
Pero… hay un pero. Mencionan demasiado la palabra
SOMETIMIENTO, y eso, no me gusta nada, pero que nada de nada. ¿Y a ustedes?
El
Cinco,
Seis y
Ocho, podéis saltároslos, pero el
Siete, hmmm, el siete. Si son capaces de llevarlo a cabo estoy dispuesto a invitar a mi amigo y abogado
El estudiante (con el que discutí el tema) a… algo se me ocurrirá. Me parecería de una injusticia manifiesta frente a otros asuntos como los delitos de sangre, la violencia de género, las estafas inmobiliarias, los accidentes laborales, etc., que tardan incluso meses en iniciar su tramitación, que un juez, que está de trabajo y papeles hasta la bandera, vaya, en cuatro días
improrrogables, a ser capaz de oír a todos los personados y resolver mediante auto autorizando o denegando la ejecución de la interrupción de la prestación de servicios de información.
Y no he hecho más que raspar en la superficie, pero piensen ustedes por si mismos. Venga, que no es dificil!!!
Un saludo, Damas y Caballeros.