Bueno, mis fieles lectores, encantado de veros de nuevo por estos lares. Iba a enfocar mi artículo semanal hablando acerca de los efímeros regalos que nos trae el año nuevo
(y lo voy a hacer más adelante en este mismo post), pero este año, y como Caballero fiel a sus principios, voy a intentar serlo al propósito que expresé en el post de felicitación de año nuevo. Así que voy a comenzar repartiendo
Cañaaa!!!
Lo primero es lo primero,
¿Como que Papá Noel?, ehinnn? Vamos a ver, señores, que estamos en
España. Si, ese país del hemisferio norte situado en el extremo sur-oeste de
Europa. Para más señas, y en el aspecto religioso, aunque se trata de un estado aconfesional, la inmensa mayoría de la población, es católica, apostólica, y romana. ¿Y a que no saben cual es una de las tradiciónes que marcan las navidades en dicha cultura?. Si, han acertado Los
Reyes Magos, si señor, los puñeteros
Reyes magos.
Eso del
papá Noel es de los países del norte de
Europa, de ámbito anglosajón y/o protestante. A ver, entérense: Que aquí en esta
España (que cada vez es menos claro que lo sea), lo que se ha llevado siempre son
LOS REYES MAGOS!!!. Eso del gordito de rojo es una tradición importada por la invasión audio/economico\visual de la industria mediática norteamericana, que no es que tenga nada contra ella, pero joer que esto es
Españaaa!!!
Si es que hasta parece coña. A ver, ¿Como es posible que un solo tío sea capaz de repartir tantos regalos el solito?, ¿ehinn? Al menos los Reyes Magos, son tres, TREEESSSS, y gozan de la ayuda de toda una corte de pajes para realizar el trabajo.
Por otra parte el traje original de papá Noel era verde, lo cual ya lo hacía parecer un poco
hummm, pero si encima llegan los de la
Coca-Cola, si la empresa
CO-MER-CIAL, y le cambian el color a rojo, ¿que crédito os merece el tema, eh?. Y además, no parece así un mariquita gordo enfundado en un traje rojo (
con el mayor de los respetos al colectivo homosexual, por supuesto).
Para finalizar el tema, ¿quien se cree, encima, que el tío viaja en un TRINEO VOLADOR, y que caben, tanto él como el saco de regalos, por las chimeneas de las casas, si es que llegan a tener chimenea. Annndaaa yaaa!!!
Bueno, podría seguir, pero creo que captan mi sutil defensa de las tradiciones navideñas, frente a la creciente mercantilización del periodo navideño, que en no pocos casos termina "obligando" a las familias a regalar a sus seres queridos tanto en navidad (por la parte que corresponde a papá Noel) como en la noche de Reyes Magos (por la parte que les toca). Por ello en plan jocoso, he pretendido aclarar, cual es la tradición que nos corresponde.
Y para hablar de efímeros regalos como mencionaba al comienzo, yo en particular recibí dos nada mas comenzar el año. El primero, fue haber conocido casualmente y fotografiado, la madrugada del 1/1/2010, con la hermosa musa de las artes escénicas
Verónica Erausquin (muy felízmente casada), y el segundo, que enlaza con el título de este post como a continuación explicaré, por parte de mi sobrinita
Patricia.
Y lo segundo es lo segundo,
¿Como que regalar por narices a todo el mundo, ehinnn?
Vamos a ver, que sea una tradición, vale, pero que por narices haya que comprar regalitos a todos, a la familia por serlo, y a los amigos, conocidos, etc, por compomiso. ¿Queee?
Caballeros, no nos engañemos, estamos atravesando por un periodo de crisis financiera
(y lo que queda), y lo que en un principio es una bella tradición que festeja el nacimiento de
Jesús de Nazaret, ahora es utilizado por multitud de empresas como un reclamo insoslayable para inducirnos a gastar el poco dinero que aún nos quede a esta alturas del año. De nuevo me rechina profundamente la mercantilización que se hace de toda celebración, y más en estas fechas tan señaladas. Sin olvidar, claro, que la mayoría de los juguetes con los que malcriamos a nuestros vástagos apenas les duran un par de días antes de perder absolútamente el interes en ellos. Así que en vista de lo que van a durarles, al menos tengamos el decoro de regalarles algo útil, educativo, y/o solidario, ¿no?.
Además en mi caso, que somos 9, si NUEVE hermanos, a una media de 48 euros por regalo y dos sobrinos por pareja, calculen. Yo no se ustedes, pero para una economía como la mía…
Tengamos en cuenta que en casi todas las familias, incluso en las mejores, hay tensiones, y seguro que todos tenemos algún familiar que no nos cae bien, ¿a que acierto, eh?. ¿Que yo voy a comprarle un regalito al sobrino cabronazo porque sea hijo de mi hermano simplemente para quedar bien?
No es que sea mi caso, afortunadamente somos una familia bien avenida, pero lo llevarían claro en caso contrario. Basta de quedar bien solo porque si!!!
Conste que estoy totálmente a favor de mantener esta costumbre (y de hecho participo de ella), pero también voto por entregar presentes navideños a quien, a juicio de cada uno, realmente se lo merezca ¿no lo ven razonable?.
Sin embargo, ¿si uno de ellos te entrega, aunque accidentalmente de manera tardía, una carta (envuelta en un bonito sobrecito hecho a mano por ella misma) como la que ilustra este post (pulsad sobre la imagen que lo ilustra, y que me da argumentos para mandar a tomar por EL CULO a quien me critique por mi manera de ser), qué no le regalarían?. Por mi parte, lo que pida (y ya lo tiene preparado para el 6, por cierto)!!!
Un saludo, Damas y Caballeros!!!
