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Confesiones/crónicas de un internauta asombrado.

14. marzo 2021 11:33
by Gunner
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Relato: Hoyo 5.

14. marzo 2021 11:33 by Gunner | 0 Comentarios

Es increíble cómo pasa factura el tiempo de sedentarismo. Si, anhelados lectores, estoy muy mosqueado… mucho… me explico. El Golf es un deporte que me relaja sobremanera, disfruto de su calma inherente, cada golpe, y de cada recorrido… y no se me da mal. Pero hace unos días…

Entre el frío del otoño/invierno, los diversos confinamientos y el teletrabajo, llevaba meses sin practicar y estaba deseando que llegase el buen tiempo para salir de nuevo al campo de golf. Lo cierto es que llegué con muchas ganas, seguro, confiado en mí y deseando retomar el deporte. Sabía que después de tanto tiempo los primeros golpes iban a ser algo rígidos, pero que tras unas pocas repeticiones iría todo tan fluido como siempre. La realidad fue bien distinta… Rigidez en los brazos, rigidez en el torso, swings tensos, mal tino en el golpe… no daba una a derechas.

Ufff, qué mal… contento de estar allí, pero bastante molesto por verme tan “oxidado”. Así pues, en vez de seguir intentándolo, opté por relajarme... relajarme mirando al verde. Me senté plácidamente un rato en un banco de la zona de prácticas, apoyé la espalda cómodamente en el respaldo, estiré las piernas y... a distraer la mente!!!

Lo que van a leer a continuación es fruto de ese momento de relax y de esas locas ideas que van y vienen por mi imaginación.

   

Prólogo.

Me llamo Eduard Hood, detective jubilado. Me he sentado aquí a la sombra tranquilamente a descansar.

- No... hoy no es mi día.

Estoy pensando cómo narices me dio a mí por practicar este estúpido deporte. Yo, que jamás me había acercado a un campo de golf.

¡Ah, ya lo recuerdo!… Si no hubiese sido por ese maldito último caso por resolver, quizá estaría ahora sentado en una playa tomando un delicioso Daiquiri en vez de sudando y con agujetas por todas partes.

Esas dos malditas jóvenes damas, dándoselas de snob...

Hoyo 5

Entregolpes, par 4, salida azul, 314 metros de puro infinito. Ellas se situaron en el Tee junto a las marcas que delimitaban el punto de salida.

- ¿Viste? Increíble, allí está Michael - Dijo Emily

- Siempre ha sido un hombre elegante. Muy a su manera, pero elegante…

- ¿Buen conversador, Ellen?

El césped, muy tupido con la hierba de apenas centímetro y medio de longitud y cortada con mucho mimo, aún tenía impresas las huellas de las pisadas de la pareja que había salido de ese hoyo minutos antes.

- No, Emily, eso no… siempre se guardaba sus pensamientos y eso me exasperaba. Tenía que esperar a que él mismo decidiese contarme qué le preocupaba. Solo entonces era capaz de pararse a explicarse y hacerme entender qué le pasaba por la cabeza o el porqué de sus comportamientos... Quizá estaba cansado de mi o de mis intentos para tratar de influirle, a mi manera, e intentar corregir su forma de ser… Además… esas copas que tomaba todos los días… ¿Quién sabe? 

Ellen sabía que su insinuación era exagerada, nunca fue un borracho, pero tenía que callarla como fuese. La estaba distrayendo. Por un momento también pensó en la falta de consideración y elegancia de la pareja anterior por su manera irrespetuosa de pisotear el campo. Ella jamás hubiese consentido que nadie la acusase de esa "falta de etiqueta". Su prestigio por encima de todo.

- Entiendo lo que dices Ellen, a algunos hombres beber los vuelve in-so-por-ta-bles, y creerme, sé de lo que hablo. Desde luego ahora... parece todo lo contrario, lleva un rato conversando alegremente con el Caddy Máster, da la impresión de que ambos bromean afablemente... casi a carcajadas... ¿quizá acerca del recorrido del campo?… Mira, parece que señala la zona de entrenos. Fíjate, creo que hablan de la distribución de las sombras gracias a las cubiertas de los Tee de prácticas.

- Anda Emily, deja de mirarlo. Parece que no nos ha visto y quiero jugar tranquila este hoyo. Todo lo malo que me pasó entonces fue por culpa suya y ahora tan solo quiero concentrarme en mi swing.

- Ya... entonces ¿cómo llegaste a pensar que fue culpa suya?

Emily, se ajustaba su faldita negra, corta, con bandas color pistacho, y cerraba un poco más la cremallera de su camiseta de manga larga ceñida, blanca y pistacho de dos tonos, a juego con la falda. Había visto el modelito lucido por una famosa jugadora de golf y pensó que a ella le iba a sentar igual de bien. No se equivocaba, pero lo ajustado del escote, la hacía sentirse falsamente incómoda. Blanco de las miradas de los demás.

- Tenía su forma de ver la vida, y nunca culpaba a nadie de lo que le pasaba, pero creo que él era su peor enemigo. Decía que nunca obligaba a nadie a hacer nada que no quisiese, pero que tampoco iba a consentir a nadie que le obligasen a hacer algo que no querría hacer.

- Y eso te hizo alejarte de él.

El día era algo ventoso, soplaba poniente, y el sol del atardecer empezaba a dificultar estimar la distancia al Green. Ellen se caló la gorra para que la visera le protegiese del sol y así poder calcular bien el golpe. Mientras Emily solo pensaba en que se estaba despeinando e iba a tener que repasarse el pelo cuando terminasen el recorrido antes de concluir la jornada en restaurante del club deportivo.

- No podía estar con mi propio espejo… o al menos eso decía mi psicóloga. Ella llegó a decirme que, en su opinión y por lo que le había contado en las sesiones de terapia, lo que no me gustaba de él es lo que no me gustaba de mí misma. Llegó a decirme que éramos demasiado iguales.

- ¿Eso es malo?... ¿que seamos tan parecidos? Para mí que es todo lo contrario, alguien que me entienda, que sepa lo que necesito. Si es como dices, seguro que comprendía mis momentos y me daba mis espacios...¡Que no me obligue a nada! Que me hable cuando tenga algo interesante o importante que decir y no me llene la cabeza de palabras vacías. ¿Tú crees que cuando bebía…?

- Emily, ¡por favor!

Verde por todas partes, para ellas caminar por las calles del campo de golf era un símbolo de su estatus. Eran de las pocas privilegiadas que en una ciudad tan árida y calurosa sabían que tenían el placer de disponer de un lugar exclusivo donde relajar su vista y sus oídos de la saturación de la gran ciudad. Sus motivos eran bien diferentes, pero a ambas las habían conducido al mismo deporte. Una, por su incesante competitividad, buscaba un deporte que, de manera calmada, pero requiriendo la adecuada dosis de concentración y precisión de la que siempre presumía, le supusiera un reto personal. La otra, buscaba un deporte a la altura de sus expectativas, un lugar selecto, de caché y donde relacionarse con la "Crème" de la sociedad y de camino cazar a algún rico empresario.

- Disculpa Ellen, no quería ofenderte… solo estaba hablando en voz alta. Bueno, pero seguro que al menos te correspondería durante el camino que anduvisteis juntos. Te necesitaría, como casi todos los hombres, para que le organizases la vida, ¿no?

- ¿Necesitarme? … ¿Espacio?… Demasiado espacio… No, no me necesitaba para nada, decía que le encantaba pasar el tiempo conmigo y así lo parecía, pero cuando estaba lejos no era el típico hombre que te llamaba para contar lo que estaba haciendo, a pesar de que me desvivía por saberlo, por ver cómo se encontraba o si me echaba de menos. Cortaba la comunicación, como si le gustase estar solo.

Se acercaban a la mitad del recorrido, y evidentemente no les iba a dar tiempo a terminar los hoyos antes de anochecer. A lo lejos, en el comedor social se apreciaba el movimiento de los camareros preparando las mesas del comedor. Querían aprovechar para cenar en el club social. Servilleta a la izquierda, a su lado tenedor de ensalada, tenedor de pescado, tenedor de carne. En el centro bajoplato, plato de servicio y plato de pan. A su derecha cuchillo de pescado, cuchillo de ensalada y cuchara. Delante plato de pan, cuchillo de untar y cubiertos para postre y a su lado copa de agua, copa de tinto, y copa de blanco. Todo como debía estar.

- No, Ellen, Michael no parece un hombre de los que le gusta estar solo ni tampoco fácil de manipular. ¿No sería que se enfundaba en la máscara de autosuficiencia, para no parecer débil?

- Nada de máscaras, y desde luego muy firme cuando estaba convencido de algo… a pesar de que yo llevase la razón.

-Uhhh, tú siempre llevas la razón, ja, ja, ja… - Rió Emily malévolamente.

Para el primer golpe de Emily usó una madera 5, un palo de calle algo más permisivo y fácil de usar que los hierros largos. El golpe le resultó centrado en la calle, pero corto, aunque dio un saltito de alegría por haberlo dejado medianamente bien colocado. Ellen en cambio calculo que usando un hierro largo 4 podría imprimirle más velocidad y precisión al golpe asegurándose poner la bola al borde del lago justo para saltarlo en el siguiente golpe. Así fue, a 5 metros del borde del obstáculo.

- Buen golpe Emily, quizá el swing podrías corregirlo un poco, pero muy correcto. El próximo intenta hacerlo como el mío que lo he dejado justo donde quería. Corre que nos pisa el hoyo la pareja que nos sigue.

- Ufff, que prisas… con lo que pesa el carrito de golf... ¿Y quién jugaba mejor? ¿Tú o Michael?

Mientras caminaban hacia la posición de sus respectivas bolas, el sol tocando ya la línea del horizonte teñía el cielo de color crema. El arbolado, acariciado por la brisa del atardecer, producía una especie de susurro que hacía parecer la calle del hoyo 5 lugar un paradisíaco en el que detenerse a sentir el mundo hasta que se hiciese la noche. La mera posibilidad de disfrutar de tranquilidad del recinto frente a lo agitado y acelerado en la vida en la urbe, del amplio verde del césped exquisitamente cortado frente al gris de la ciudad, del olor a humedad tras el riego de los aspersores frente a la aridez del terreno circundante, constituían el oasis de paz que todo el mundo en la ciudad ansiaba poseer.

- ¿Emily? Perdona, pero es ya está bien, ¿vale? He venido aquí a hacer algo que me gusta, y encima la persona con que he venido no hace más que preguntarme por mi pasado. ¿tienes algo con él? ¿estás interesado en él?… Por favooor, deja de hacerme recordar. Ya lo pasé bastante mal, y ahora lo tengo ahí atras, apenas a unos hoyos de nosotras.

- Ellen tranquila, tú eres mi amiga y he venido a disfrutar del campo contigo, pero yo no tengo nada contra él. Simplemente me ha parecido curioso verlo aquí tan…

- ¡EMILY, CALLATE POR FAVOR! No hagas que me arrepienta de… de… de haberte invitado a jugar conmigo.

- Tu turno, Emily.

- Un segundo que me arregle el pelo Ellen, Michael me está mirando. Juega tu primero.

Falló el golpe, la bola al lago. El golpe... perdido. Para intentar salvarlo, no le quedaría más remedio que recurrir a la técnica de aliviar la jugada dropando. Sin embargo, el gesto de crispación en la cara de Ellen iba más allá de la ira…

Epílogo:

- Hola Detective Hood, me alegro de verlo por aquí. Hace tiempo que no se nada de usted… Hummm… déjeme pensar... desde el caso del tiroteo por el alijo de heroína en los muelles.

-  Si cierto, Clay. Fue hace dos años. ¿Cómo pasa el tiempo?

- ¿Dos años ya? Joder, sí que es cierto. Pero bueno, ¿qué has estado haciendo últimamente?

- Ya sabe, trapicheos de droga, algún caso de estafas de bancarias, pero en general nada destacable. Desde que en el departamento se enteraron de que iba a jubilarme en poco tiempo, apenas me dan nada con chicha. Y francamente, a estas alturas de mi carrera, casi lo agradezco. Ya solo pienso en a qué voy a dedicarme cuando me licencie.

- Claymore, de quien es el cadáver???

- La comisaría perderá un gran detective. Le voy a echar de menos. Ahora entiendo por qué envían a alguien de su reputación para esto. Si, ciertamente este caso no tiene ninguna complicación…

- Cuénteme Murray, ¿qué ha pasado?

- Nada. Para mí que ha sido un accidente desafortunado, pero son personas relevantes, y el club de golf no quiere ver manchada su reputación.

- ¡Yá, entiendo!

- Si, Sr. Hood. Dos niñas pijas jugando al golf, por algún motivo una de ellas empujó a la otra al lago del Hoyo 5. No sé si sabe que esos obstáculos artificiales son trampas mortales. Forman una especie de aljibe con una lona impermeable muy deslizante y, cuando una de ellas se precipitó al foso, no conseguía salir. La otra chica intentó ayudarla a salir sin éxito, así que fue corriendo a la caseta del club. Cuando regresó con la ayuda se la encontraron sin respiración.

- ¿Y los servicios de emergencia?

- Estuvieron intentando reanimarla durante media hora, peeero…

- Joder, vaya putada, Clay.

- Si, una chica joven y tan bonita. Allí en aquel coche de policía junto a la ambulancia tiene esposada a la otra mujer. Desquiciada, llorando como una madalena. Acérquese, intente calmarla y a ver si le cuenta el verdadero motivo del altercado.

- Voy a ver qué puedo hacer, ¡trabajo es trabajo!… Oye… estoy pensando que cuando regresemos a… ¿te apetecen luego unas cervezas en el local cerca de la cochera? El bar de Terry... ¡Ya sabes, las viejas costumbres!

- Encantado Hood, en cuanto rellene el papeleo en la comisaría, nos vemos allí. 

Fin.

   

Es curioso cómo una conversación banal entre amigas va subiendo de tono (“calentándose” como suele decirse) y poco a poco el ambiente de relax va tensándose hasta la tragedia. En general puede llevar a las personas a cometer errores fatales, de los que a veces uno (la protagonista en este caso con ese infructuoso intento de rescate) acaba arrepintiéndose, y desafortunadamente… no suelen tener vuelta atrás. Qué opinan???

Si bien es cierto que la violencia entre los hombres suele ser de índole mecánica, tornándose en la mayoría de los casos en una descarga de rápida de tensión a modo de agresión física, el género femenino, menos propenso a la "mecanicidad", también la ejerce. Suele ser de "grano fino"... y más fino aún si se trata de mujeres de "cierta clase", pero indefectiblemente también ocurre. Sus motivos suelen ser más difíciles de categorizar pero sin duda los rumian... e igualmente acaban resolviéndose con catastróficas consecuencias, como habrán comprobado en este relato.

Este relato está dedicado a tres personas muy especiales. A dos de ellas tengo la fortuna de conocerlas desde hace tiempo, compartimos aficiones y sentimientos. La tercera, un hallazgo reciente, me ha sorprendido por su mordacidad y pragmatismo... un personaje curioso sin duda.

En cualquier caso, aunque no lo parezca, este relato es mi cuarta incursión en la "temática policiaca". De hecho... el epílogo iba a constituir la base del relato, con un "previo" para poner en situación la trama, peeero... como suele ocurrirnos a los que tenemos cierta vena literaria, a veces los relatos se escapan de nuestras manos a pesar de intentar asirlos con fuerza (pero con delicadeza)... como los palos de golf cuando ejecutamos un buen swing.

Si han leído mi post anterior, comprobarán que he cumplido mi promesa y en vez de un artículo técnico, les he agasajado con este curioso relato. Les dejo descansar por ahora, mis queridos lectores. Nos vemos en mi próximo post (espero que más pronto que tarde) o en el campo... de golf.

Un saludo, Damas y Caballeros!!!

P.d.: Siento profunda admiración por el género femenino, y espero que no me tomen por lo que no soy. Por otra parte, no estaría de más que os animaseis a pulsar sobre las estrellitas para votar qué os ha parecido el relato y, sería para mi toda una sorpresa digna de agradecer, dejaseis un comentario pulsando en el enlace azul cerca del título (y luego desplazándose a la zona de input del comentario), gracias.

Cool

7. enero 2021 13:45
by Gunner
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Soberanía digital europea!!!

7. enero 2021 13:45 by Gunner | 0 Comentarios

Es sorprendente ver cómo las opiniones de los demás sientan cátedra y acaban teniéndose en cuenta cuando, llevadas por una argumentación eficaz y basada en conceptos veraces, son puestas sobre la mesa para dar significancia a cuestiones que nos pueden hacer crecer como personas/entes. En mi caso siempre he creído que está en nuestra mano aportar algo al crecimiento de la Unión Europea, y procuro mantenerme al tanto de las iniciativas que se proponen, sobre todo en el ámbito de mi actividad profesional. Viendo el rumbo que está tomando el mundo de las tecnologías de la información decidí aportar mi granito de arena, estimados y expectantes lectores de mis tribulaciones digitales.

Se ve que mis planteamientos y visión de futuro del mundo digital en el ámbito profesional al menos suscita interés, quizá por ello la Revista digital del Empleado de la Junta de Andalucía ha considerado útil publicado otro de mis artículos en la revista EnRed@2.0 (todo un honor para mi):

Os adjunto el texto del ensayo sobre un tema que a mi juicio es necesario tomar en consideración.

   

Vivimos unos tiempos convulsos, en el que hablar de soberanía se está convirtiendo en un tema como poco “espinoso”, la política lo salpica todo, lo transforma todo y lo interpreta todo en función de los intereses de las partes. Sin embargo considero que en ciertas circunstancias, precisamente en el momento que vivimos de encrucijadas políticas, no queda otro remedio que hablar de ello y, sobre todo tratar el tema con perspectiva.

Quede por delante que soy un europeísta convencido. Lo digo como pilar en el que asentar todas las reflexiones que voy a poner sobre la mesa. Vayamos al tema…

La soberanía digital europea tiene fundamentalmente dos vertientes, la económica y la tecnológica, ambas estrechamente ligadas, intrerrelacionadas e influenciadas la una por la otra.

Soberanía Económica.

Siempre he dicho, y de todos es conocido, que la unión hace la fuerza... pero también sé que los intereses hacen la desunión. Europa es un proyecto de soberanía conjunta en el que las regiones se deben o deberían unir para crear una sinergia que contribuya al bien común y a engrandecer la idea que se formalizó con la firma del Tratado de Roma.
Damas y/o Caballeros, en mi modesta opinión, con la que muchos de ustedes estarán de acuerdo conmigo, a nivel económico, tenemos la batalla perdida…
Demasiados intereses propios en la Unión, demasiadas normativas particulares, demasiados “paraísos fiscales” en el propio territorio, demasiados intereses enfrentados entre los distintos miembros. ¿Armonización fiscal? ¿Dónde, cuándo?
La “locomotora germana” (y hasta cierto punto la francesa) intenta tirar del carro, pero, por motivos históricos, no está demasiado bien vista y Francia, intentando disputarle el primer puesto… bueno, ayuda lo justo…
El resto de los países van a lo suyo y el sur de Europa, a pesar del potencial evidente que tienen (o precisamente por ello), parece relegada a un papel testimonial y de servicios.

Todos somos conscientes que las grandes empresas proveedoras de tecnología digital están fuera de la unión europea. Ellas dictan las normas, dictan los protocolos, dictan las metodologías… En resumen, diseñan el futuro a sus conveniencias.

Según Forbes:

Rank

Company

Country

Market
Value*

Assets*

1

Apple

United States

961

374

2

Samsung Electronics

South Korea

272

304

3

Microsoft

United States

947

259

4

Alphabet

United States

863

233

5

Intel

United States

263

128

6

IBM

United States

125

131

7

Facebook

United States

512

97

8

Cisco Systems

United States

248

102

9

Tencent Holdings

China

472

105

10

Oracle

United States

186

109

 

* Billones de dólares, si, han leído bien… “billones” en Valor de mercado y Bienes (billón americano = mil millones européos).

Thomson Reuters, en un informe similar, introduce algunas empresas europeas pero ni por asomo al mismo nivel económico (no añado la tabla para no aburrirlos demasiado… si sienten curiosidad… investiguen ustedes mismos).
Y como toda empresa privada, sus objetivos últimos son alcanzar la dominación, el monopolio… y Europa aparte de un obstáculo… es por contra una “jaula de grillos” en comparación.

Estamos obligados a tener en cuenta tema facturación. ¿Cuánto de sus negocios repercute en las arcas comunitarias? Sus “triquiñuelas” financieras, aunque legales, como poco son de dudosa moralidad, y de ello es culpable la propia “desunión” económica europea. Si a ello unimos las presiones y factores extracomunitarios procedentes de las grandes potencias económicas (China, Estados Unidos,  Rusia,…), que tienen como lema aquello del “Divide y vencerás”, comprobamos   que conseguir una unión económica efectiva es un verdadero galimatías, a juicio de muchos imposible de resolver.

Si... es cierto, nosotros como ciudadanos de la Unión tenemos las mejores intenciones, pero... ¿Han acudido alguna vez a la reunión de una comunidad de propietarios?

Soberanía digital.

Como he mencionado en el epígrafe anterior “dictan las normas, los protocolos, las metodologías, diseñan el futuro”. ¿Qué quiero decir con ello?

Amig@s, si este fuese otro foro, describiría extensamente los parámetros técnicos bajo los que se desarrolla el actual mundo de las TIC (API’s, protocolos, almacenamiento, virtualización, seguridad, etc) y las implicaciones evidentes que ello tiene en nuestra vida diaria, pero no es el caso, así que describamos el problema para que lo entienda el común de los mortales.

Por “parámetros técnicos”, nos referimos al entorno sobre el cual están fundamentadas las herramientas tecnológicas que todos usamos en nuestra vida diaria. ¿Cuales son?… ¡Veámoslo con un sencillo ejemplo!

Ej: Vamos a hacer una consulta telefónica a nuestro centro de salud para pedir una cita médica.

Cogemos nuestro SmartPhone (el estándar de facto suele ser normalmente un Android) y buscamos en nuestra agenda el número de teléfono del centro de salud. Siendo previsores, tendremos el número en la agenda del móvil y si no... lo buscamos en internet utilizando el buscador integrado en el móvil (estándar para Android suele ser para Chrome). Los más avezados tendrán instalado en su terminal la App (para Android una APK) de citas correspondiente a su seguro medico (público o privado).
Para rematar algunos de nosotros, curiosos de por si, buscaremos en internet el último medicamento que nos recetó el doctor…

Estupendo, ya tenemos el escenario dibujado.

Pues bien señores… Aquí viene la realidad de la soberanía digital:

  • Probablemente el móvil que estés usando esté fabricado en China. Curioso país sin duda… Tiene la “documentada” costumbre de introducir código en sus dispositivos para monitorizar todo lo que se hace con sus equipos o al menos poder hacerlo cuando quiera… no digo que el suyo sea uno de ellos, peeero… Ah, el procesador y los beneficios de su venta probablemente vayan a Estados unidos.
  • Seguimos. Si buscamos el número de teléfono en nuestra agenda, esta suele estar sincronizada con la nube, por comodidad y seguridad para el usuario final, pero en la nube a fin de cuentas. Si tenemos que recurrir a internet, el proveedor de búsquedas del móvil nos lo facilita, a costa de dejar un registro en la nube de la búsqueda que acabamos de realizar. ¿Notan algo? ¿”Privacidad”?
  • Por último, si usamos la App, esta antes de estar colgada en la tienda de aplicaciones correspondiente, tiene que estar certificada para el sistema operativo del móvil o en último extremos usar los arcanos interfaces de programación del fabricante del SO, que lo ha diseñado a su “comercial” medida, al que por supuesto hay que pagar royalties por usarlos, que en la mayoría de los casos apenas revierte en impuestos en la Unión.
  • No quiero dejar mencionar que si además buscamos el medicamento en internet… nos tendrán fichados y nos bombardearán con publicidad dirigida!!!
  • Todo ello para más inri, circula por redes de datos y se almacenan en servidores que, siendo algo conspiranoides, nos pueden hacer dudar tanto de su ubicación como de su control final.

Estamos por tanto “obligados” a utilizar herramientas generadas por otros, definidas por otros, almacenadas por otros y gestionadas por otros (entiendan por “otros” a países extracomunitarios) y confiar en sus “buenas intenciones”. Señores, si… confianza es sin duda una gran palabra, pero ¿Les suena el concepto de espionaje económico-industrial? ¿La minería de datos?
Ah, sin olvidar a título individual que nuestro perfil está trazado: Saben cuanto estamos dispuestos a gastarnos en un terminal móvil (nuestro nivel adquisitivo), saben que hemos llamado al médico, qué día, a qué hora (les puede dar pistas del grado de ansiedad del problema por el que contactamos con el médico) y además saben qué medicamento estamos tomando (podrían calcular el precio de nuestro seguro médico…). ¿Están seguros que quieren ceder toda esa información a no se sabe quien?

Je, je, je… Ya les he intimidado bastante, ahora seamos sensatos y calmemos las aguas.

En la inmensa mayoría de los casos el uso de las herramientas tecnológicas está sujeto a ciertas regulaciones técnico/legislativas. Los organismos gestores, la documentación técnica de los procesos, y la profesionalidad del personal encargado de su gestión nos asegura que la información que se trata digitalmente se atiene a ciertas normas de “etiqueta” extensamente documentadas en las plataformas de desarrollo de las arquitecturas  utilizadas, muchas de ellas disponibles para su examen público. Lo cual al menos debería tranquilizarnos lo suficiente.

No se trata pues del tratamiento del dato en sí, sino de a quién permitimos que haga uso de nuestra información y huella digital, qué tipo de manipulación permitimos que hagan con ella y a quién queremos que beneficie su tratamiento. Por otra parte deberíamos preguntarnos porqué tenemos que hacer las cosas a la manera que otros han definido. ¿No somos nosotros capaces de especificar cómo queremos que se use nuestra información? ¿debemos confiar ciegamente en los demás?

Proyecto Gaia-X.

Si bien, como hemos visto, la soberanía económica es difícil de alcanzar (sería, en este momento, muy complicado crear empresas con el volumen, solvencia e influencia necesarias) y la digital requeriría una innecesaria y carísima reinvención de la rueda, lo que si podemos hacer es algo que otras potencias están ya haciendo sin ningún remordimiento: Definir un marco técnico-normativo que detalle las reglas del juego tecnológico europeo. Dicho marco debería exigir a las empresas que ofrezcan productos y servicios en la Unión Europea respetar y utilizar estándares certificados que convengan a la propia Unión, de manera que quede garantizado el uso, la gestión y el alcance económico de la información que se genera en su seno.

En este sentido saco a la palestra la iniciativa GAIA-X.

En Junio de 2020 se celebró la presentación de GAIA-X. Para daros una idea de la importancia del evento, indicaros que participaron personas como:

  • Peter Altmaier, ministro Federal Alemán de Asuntos Económicos y Energía.
  • Bruno Le Maire, ministro Francés de Economía y Finanzas.
  • Wolf-Dieter Lukas, Secretario de Estado del Ministerio Federal Alemán de Educación y Desarrollo.
  • Véronique Lacour, Vicepresidenta Senior Ejecutiva  de Operaciones y Transformación de Électricité de France.
  • Marco-Alexander Breit, cabeza de la Task Force de Inteligencia Artificial, del Ministerio Alemán de Economía y Energía.
  • Michel Rao, Director de Proyecto para la Economía de Datos, del Ministerio Frances de Economía y Finanzas.
  • Así como otros representantes del mundo empresarial y técnico (Atos, Instituto Fraunhofer, Bosch, Orange,  Deutsche Telekom, Amadeus, TeraLab, etc).

El proyecto GAIA-X es la cuna de un ecosistema digital abierto, donde los datos pueden estar disponibles, se pueden cotejar y compartir de forma segura mientras se disfruta de la confianza de sus usuarios. Sirve a los siguientes propósitos.

    • Protección europea de datos.
    • Apertura y transparencia.
    • Autenticidad y confianza.
    • Soberanía digital y autodeterminación.
    • Libre acceso al mercado y creación de valor europeo.
    • Modularidad e interoperavidad.
    • Facilidad de uso.

Conceptos todos ellos que merecerían capítulos aparte, aunque estoy seguro que muchos de ustedes entienden y alcanzan a ver las implicaciones de cada uno.

La apuesta de la Unión Europea por regir su propio destino digital es fuerte y decidida, tanto como 150.000 millones de euros (datos industriales, inteligencia artificial e infraestructuras). Una cantidad que a buen seguro irá destinada a “los mejores”, y a los mejores proyectos.

Se trata pues de la de la creación de un ecosistema que favorezca la innovación, bajo las reglas que nosotros mismos marquemos, y obligar a que poco a poco, de cara al medio largo plazo, a que todas las plataformas digitales que operen en la Unión Europea lo hagan bajo esas normas… ¿Los beneficios que obtendríamos?… De todo tipo Damas y Caballeros, de gestión, de control y, cómo no, económicos. Piensen… Ánimo, no es tan difícil!!!

El tren europeo.

Precisamente se nos presenta la oportunidad de inscribirnos y participar en los foros de presentación y trabajo del proyecto GAIA-X, la iniciativa europea antes mencionada que busca crear el marco electrónico regulador de los contenidos digitales que se gestionan en la Unión Europea.

Tenemos el deber de estar en línea (“online”) asistiendo a las próximas presentaciones y participando en los chat/foros de los próximos evento/hitos. Aportar nuestra visión de futuro de lo que creemos debe ser el proyecto. Habrá personas de toda Europa, franceses, alemanes, holandeses, polacos, italianos, etc, pero españoles y Andaluces… debemos contar. Afortunadamente casi todos nos manejamos con el inglés, el idioma vehicular en el que se desarrollan todos los eventos asociados. Puedo afirmar que nuestras opiniones y visión estratégica serán bien recibidas y en algún caso aplaudidas. Pero insisto debemos tomar parte y demostrar nuestro interés ante el resto de países, y procurar que se radié el evento entre los interesados. Estoy absolutamente seguro que nuestros políticos e instituciones, entenderán la importancia de ello. A buen seguro contarán con el apoyo de los profesionales y asesores técnicos con los que que ya cuentan en nuestras filas y que disponen de los criterios y capacidades necesarios para aportar el valor intrínseco del que somos capaces.

No perdamos de vista la importancia de descubrir que más allá del limitado papel que España y Andalucía juega en el mundo de las TIC, el tren de las tecnologías y la innovación hace tiempo que ha partido en Europa.

Todos tenemos en mente grandes compañeros, gestores y profesionales capacitados. Aprovechemos su potencial y sus capacidades, subámoslos a ese tren e incluyamos a algunas de sus brillantes mentes en los proyectos que en estos momentos se están fraguando en Europa.

Si, es bonito, sorprendente y emocionante ver circular un tren por la vía, pero más aún subirte a él y recorrer el camino hacia el horizonte al que te acerca.

Como dicen los políticos que mencionaba al comienzo de este ensayo, debemos cambiar el modelo productivo, investigar e invertir en nuevas tecnologías e iniciativas… Así pues sumémonos a ellos, seamos proactivos y metamos la cabeza en ese tren que ofrece más de lo que podemos llegar a intuir.

Recursos humanos y algoritmos machistas.

Un apunte antes de despedirme…

Una de los aspectos mencionados antes en los propósitos de GAIA-X - La transparencia – nos afecta directamente, pues trata de la gestión de los Recursos Humanos.
Como sabéis, todos los que afortunadamente estamos trabajando, hemos pasado en alguna ocasión por un proceso de selección de personal. Unos mediante una dura oposición, otros gracias a la gestión de una ETT, otros mediante buzoneo electrónico, y, los más afortunados, directamente gracias a la intervención de un intermediario – Padrino- que sabe de nuestras capacidades.

Pero en el mundo moderno, cada vez más cambiante, muchas empresas e instituciones  empiezan a delegar la contratación de personal en compañías especializadas en gestión del talento. Su tecnología hace uso de la Inteligencia Artificial, una tecnología de enorme complejidad, oscura, arcana, y basada en algoritmos/API’s puestos a disposición por las grandes empresas desarrolladoras…. tan sofisticados que nadie sabe bien qué criterios siguen, llegando en algunos casos, bien documentados, a ser claramente acusados de machistas (cuando no incluso racistas) en los resultados de su selección de personal (busquen en internet “recursos humanos IA machista”, se sorprenderán)… ¿Quién controla esa IA?, Quien define los criterios de selección? ¿Cómo nos afecta en nuestra carrera profesional?
Esa transparencia que busca el proyecto GAIA-X debería establecer el marco que lo regule.

En fin, escribir, pensar y abrir caminos, es un no parar.

P.d.: Europa, si, una palabra que he usado mucho… ténganla muy en cuenta.

   

Bueno, espero que os haya resultado de provecho y que el esfuerzo de leerlo os haya hecho pensar. Es uno de mis objetivos.

Por cierto, aquí tienen el enlace a la publicación oficial.

Ya aparte y como reflexión personal, este blog es para otras cosas... para hablar de trabajo e informática ya tengo bastante con el día a día, y me estoy dando cuenta que tengo algo olvidada mi faceta literaria… ¡bien pensado, voy a intentar que la próxima entrada de este folletín electrónico sea uno de mis emocionantes relatos! A ver qué puedo hacer al respecto???

Un saludo, Damas y Caballeros!!!

P.d.: Como siempre, votos (abajo, pulsando sobre las estrellitas) y comentarios pulsando en el enlace azul cerca del título, gracias.

Cool