El blog de Gunner!!!

Confesiones/crónicas de un internauta asombrado.

12. julio 2020 19:32
by Gunner
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Enredando en la sociedad!!!

12. julio 2020 19:32 by Gunner | 0 Comentarios

Hola de nuevo, mis acólitos. Esta vez la introducción va a ser breve, pues el texto en si es extenso y ya saben que no es buena praxis aburrir a tus seguidores con excesiva palabrería.

No todos los días tiene uno la fortuna de que uno de tus artículos sea publicado, máxime si se trata de un medio público como es EnRed@2.0”, la revista digital de l@s emplead@s de la Junta de Andalucía, que, por su carácter público, filtra bajo estrictos criterios de calidad y contenido todas sus entradas.

Simplemente añadir que cuando me llamaron para comentarme su máxima vigencia y constatar su autenticidad les respondí: “Claro que lo he escrito yo. Lo escribí en un par de tardes en cuanto ustedes pidieron mi colaboración”.

Sin más, pasen y lean el artículo.

   

Viajo en el metro casi todos los días de camino al trabajo, observo las caras de las personas, muchas de ellas somnolientas, legañosas, algunos y algunas se frotan la cara intentando despertarse a si mismos.A poco que recobran la consciencia, veo que echan mano al bolsillo de la chaqueta o hurgan con desesperación en el bolso buscando algo. Se palpan en los bolsillos, remueven el fondo del atiborrado bolso o macuto con cara de angustia buscando algo, hasta que por fin respiran con cara de satisfacción y relajadamente sacan su teléfono móvil…

Ufff, cómo les cambia la cara cuando por fin encuentran la “maquinita”, y se ponen a consultar las diversas aplicaciones que tiene instaladas, Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, etc.Parece que no podemos vivir sin ellas.

¿Y eso? ¿Qué nos ha pasado para convertirnos en dependientes de ellas? 

Antes de las redes sociales. 

Sí señores, las redes sociales se han convertido en imprescindibles para cualquier persona “moderna”. Incluso nuestros mayores se sienten rejuvenecer cuando ven que pueden desenvolverse con cierta soltura en ellas. 

Antes de existir las redes sociales como tal, usábamos la prensa, la radio, la televisión, e incluso el teléfono, como vehículos para mantenernos al día de la actualidad que nos rodeaba y ponernos en contacto con nuestros círculos de interés.

En la prensa obteníamos información enlatada elaborada por sesudos (algunos no tanto) profesionales que se encargaban de documentar la realidad, para nuestra información. El nivel de nuestra interacción con dicho medio, era prácticamente inexistente.

Con la radio, el nivel de interacción era parecido al de la prensa, aunque en este caso nos permitía escuchar al locutor. De todos es sabido que las inflexiones en el tono y en la voz de una persona, nos permite apreciar matices emocionales en el discurso que nos trasladan, pudiendo en muchos casos distinguir más allá de la verdad de lo aparente. La interacción consistía pues básicamente en llamadas del oyente en algunos programas.

La televisión supuso una evolución más dentro del ámbito de la comunicación pues aporta la imagen, que nutría y nutre las palabras con contenido visual. ¿Interacción con el espectador?… bueno… discutible. ¿Su gran lacra? La necesidad un gran aparato, difícilmente transportable. Si a eso añadimos la “targetización” de sus contenidos, que nos obliga a dejarnos guiar (cuando no influenciar)… Tampoco fue la solución.

Explosión de las redes.

De pronto, cierta maquinita, va reduciendo su tamaño, aumentando su potencia, e incrementando su funcionalidad: El ordenador personal. Pero oh, Damas y Caballeros, aparece internet, aparece la telefonía móvil. Y como producto de la unión de estos tres elementos, sumados a las ansias de comunicación que tanto los humanos como las empresas tienen, aparecen las redes sociales.

Primero las BBS (Bulletin Board System). Fueron muy populares en los años 80 y 90. Durante estos años, las BBS se convirtieron en el punto de encuentro de muchas personas, a pesar de lo rudimentario de su tecnología, permitieron compartir experiencias y opiniones respecto a un gran número de temas.Después aparecieron los sistema de CHAT. Todo el mundo entraba en los chats, cientos de canales de temática diversa fueron puestos en línea. Los usuarios descubrieron la palabra mágica “interacción”.Opiniones, e incluso discursos eran vertidos en tiempo real y replicados/respondidos convenientemente por los diversos participantes. Hay que añadir que el anonimato estaba prácticamente garantizado, lo cual produjo algunos efectos adversos, tanto para bien como para mal. Las personas podía libremente opinar pero también amenazar… Supuso la aparición de la figura del Moderador, figura cuestionable en algunos casos y necesaria en otros, para controlar la “etiqueta” en las conversaciones.

Y con la mejora de la tecnología, tanto en la parte servidora como el los terminales cliente, llegaron las redes sociales.

Interacción plena, capacidad de seleccionar los contenidos en función de tus más absolutos intereses, difusión y selección de contenidos multimedia, ricos en presentación y elaboración. Cientos, miles, por no decir millones de usuarios compartiendo y consumiendo intereses comunes, de manera inmediata, en tiempo real, y de forma que el usuario, deja de ser un mero consumidor a convertirse en un “Prosumidor”(consume y aporta). La panacea, el ciberespacio, la virtualidad: “Deus ex machina”, todo resuelto en un santiamén gracias a la “maquinita”. Somos dios, nos convertimos en dioses, el poder, en nuestras manos.

La información, en nuestras manos.Una reflexión: ¿A que precio?… ¿Precio?… Gratis, Damas y Caballeros, tooodo gratis.

¿Cóoomo?… No nos dejemos engañar. El precio somos nosotros, el precio es nuestra intimidad.

La Intimidad.

Tranquilos, mis lectores, no es una catástrofe, no es el apocalipsis, no hemos vendido nuestra alma al diablo como Fausto. 

Dice la Wikipedia que Fausto es el protagonista de una leyenda clásica alemana, un erudito de gran éxito, pero también insatisfecho con su vida, por lo que hace un trato con el diablo, intercambiando su alma por el conocimiento ilimitado y los placeres mundanos. 

Si señores, hemos cambiado el conocimiento ilimitado, los placeres mundanos que obtenemos gracias/vía la tecnología, la comunicación multidireccional, y “la influencia”, por una pequeña dosis de nuestra intimidad (a veces no tan pequeña).

Todos los servicios que se ofrecen el la red, han ido pasando poco a poco a un modelo en el que, para ofrecernos contenidos a nuestra medida, tienen que conocernos. Si, Damas y Caballeros, tienen que conocernos, lo justo, pero tienen que conocernos. Para ello aceptamos las famosas “Eula” (End-User License Agreement), en la que se definen los parámetros a través de los que se establece nuestra relación. No se las lee nadie, pero recomiendo encarecidamente hacerlo. Depende de nosotros decidir hasta que punto queremos que sepan quienes somos, cómo pensamos y qué nos atrae.

¿El premio?… por que hay un premio…: El mundo a nuestros pies. Nuestras ansias y nuestros deseos satisfechos, a costa de un poco de nuestra intimidad.

Un consejo, no la perdamos al cien por cien, dejemos algo para nosotros. Y confiemos en los moderadores, ahora llamados reguladores. Es su labor y están para protegernos.

El factor económico.

Los intereses de las grandes corporaciones, especialmente las .com, ya no se miden tanto en el tamaño de sus empresas, como en el número de usuarios que hacen uso de sus servicios. Incluso a nivel del individuo, es un éxito para un usuario de redes sociales tener un gran número de seguidores, todos tenemos en mente a los famosos “influencers”. Pero es evidente que la economía lo mueve todo en el mundo actual.

Las redes sociales no son la excepción. La aparente gratuidad de los servicios ofrecen una herramienta a las empresas, el ofrecernos contenidos a nuestra medida que nos enganchen a su objetivo comercial. Podríamos decir que se trata de una simbiosis entre nosotros y ellos.

Las redes sociales inducen, en muchos casos, una idealización del objeto de sus “targets”, por ejemplo: Las mejores fotografiás de paisajes que queremos visitar, los mejores artículos de consumo de nuestras aficiones o gustos, las mejores críticas de los espectáculos por los que solemos interesarnos, los chicos/chicas más bonitas, etc. Y, como el alma humana es fácilmente impresionable e influenciable, es comprensible desear obtener, o al menos intentar alcanzar, ese ideal que nos muestran. ¿En qué se traduce esto? En la tentación de intentar alcanzar nuestros sueños. ¿Cómo? Gastando, tarde o temprano, nuestro dinero (no olvidemos que el tiempo también es dinero) en alguno de esos fantásticos objetos que tan fácilmente ponen a nuestro alcance.

La gran mayoría de las veces acabamos consiguiéndolo, enriqueciendo nuestro patrimonio emocional personal… ¿Y los propietarios de las “redes”? también… Sino que se lo pregunten a Bezos, Zuckerberg o Rad.

Beneficios para La Administración.

Si bien las redes sociales están diseñadas para hacer alcanzar la felicidad a sus suscriptores. ¿No podríamos decir que “La Administración” pretende lo mismo?

- No sean cobardes, ni tímidos, ¡respondan! 

Es evidente que el uno de los objetivos es contribuir a mejorar el estado del bienestar del ciudadano, ya sea facilitándole la gestión de su relación con la administración, ya sea subvencionando e incentivando las actividades que desarrolla en su entorno social (su vecindario, su barrio, su comunidad, sus representantes… su gobierno… su futuro), mejorando la calidad de los servicios que recibe de esta (sanidad, cultura, economía, trabajo, etc).

El despotismo ilustrado acuñó una frase muy conocida “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. La consecuencia, en nuestro caso, es que nuestros políticos desarrollan en muchas ocasiones iniciativas con destino al “pueblo”, pero que “el pueblo” no necesita o no entiende. Las redes sociales, son algo vivo, algo en constante evolución, dinámicas y muy al tanto de las necesidades del usuario final. La participación del ciudadano en ellas permite o permitiría, tener un feedback constante de la opinión pública y tomar la temperatura, en tiempo real, de las iniciativas que el gobierno plantea o proyecta llevar a cabo.

El pueblo, quiere que se cuente con él a la hora de decidir y de elaborar planes estratégicos y económicos en los que se vaya a ver afectado. Nadie mejor que él sabe cuales son sus intereses, y ¿que mejor mecanismo de participación en estas cuestiones, que aquellos que las redes sociales ponen al alcance gracias a la omnipresencia de nuestras “maquinitas”.

Detrás de la tecnología.

Sí, cierto… todo muy bonito, todo muy accesible, y siempre está ahí.

Pero detrás de todo ellos están las personas que se encargan de poner a sus disposición los sistemas que alojan los contenidos que nos ofertan, “los técnicos”. Personas muy formadas, muy preparadas y ansiosas de dar los mejor de si mismos para mantener y mejorar los engranajes sobre los que se sustentan las redes sociales.

Pero… incluso más importantes aún que los técnicos, son las personas que se encargar de procesar la información que nos llega, se recibe, ó con las que se alimentan las plataformas de comunicación.

Son, los encargados de interpretar la información que recogen; los dinamizadores del contenido, los “Community Manager”. Sin ellos, “el dato” puro no tiene sentido. Ellos interpretan los resultados pero también dan sentido a los contenidos que se ofrecen. Estudian los resultados de las encuestas, responden y/o analizan las opiniones de los foros, tratan de implicar a la sociedad para que actúen de manera en la participativa en beneficio mutuo, llegando a crear y conducir opinión. Procesan la información (lo suelen denominar “minería de datos”) y obtienen conclusiones, que trasladan a la entidades implicadas, que finalmente son las que deciden sobre “los destinos del hombre” (¿menuda frasecita, eh?). Analizar su papel requeriría un capítulo aparte.

Conclusiones.

Piensen, Damas y Caballeros… Piensen, ¡que para algo tienen esa cosa que reposa sobre sus hombros! Saquen sus propias conclusiones, pero tengan en cuenta que la tecnología y las redes sociales, han llegado, están para quedarse, y… debemos aprovecharlas. Son ya, parte de nuestra cultura digital, así que “no sean analfabetos y aprendan a usarlas!!!”; que el futuro es hoy y depende enteramente de nosotros.

   

Querría agradecer el apoyo y las felicitaciones recibidas por parte de todos los que leyeron en el articulo tras su publicación, vuestra visita a ustedes ahora que me están leyendo, y a la Junta de Andalucía por darme la oportunidad de publicar parte de mi trabajo como investigador crítico y, hasta cierto punto, sociológico.

Por cierto, aquí tienen el enlace a la publicación oficial.

Un saludo, Damas y Caballeros.

P.d.: Bueno… tendré que ir pensando en redactar una segunda parte o quizá otro artículo de opinión/investigación sobre alguno de los temas que me/nos interesan.

Cool

20. marzo 2020 23:48
by Gunner
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Relato: Arrebatada!!!

20. marzo 2020 23:48 by Gunner | 0 Comentarios

Cuarentena. Menuda palabra...

A veces, mis reverenciados lectores, me preguntáis a que dedico el tiempo libre (suena a canción de J.L. Perales)... últimamente busco la Paz... Lo cierto es que Covid-19 se ha convertido en la expresión que nos mantiene en un indeseado encierro. Esa reclusión, nos permite encontrarnos con nosotros mismos y apreciar la conexión con lo verdaderamente importante: personas, actividades, emociones, pensamientos... los demás... la Solidaridad. Y la solidaridad se demuestra compartiendo lo que tienes. El bien más preciado: Tu tiempo. Estamos viendo ejemplos todos estos días, gente que se arriesga por nosotros, enfermer@s, médic@s, UME, policías, funcionari@s, camioner@s, emplead@s de servicios públicos y otros servicios básicos... aplausos para ell@s... pero también el mundo del Arte está ayudando a sobrellevar este tiempo gris y sombrío que nos ha tocado vivir. Colaboran con su tiempo, conciertos online, visitas virtuales a museos, libros para descarga gratuita, películas a nuestra disposición, etc. Y Yo...

Yo, entre otras cosas, escribo, y hoy... llueve en Sevilla. Mi tarde de hoy viernes es para vosotr@s. Espero que os guste. Lo he escrito especialmente para vosotras, pero igualmente para ellos. Una "ida de olla" cargada de mensajes y lecturas. Habla de la pasión y de las turbulencias que la estremece, pero con un atisbo de calma e incógnitas.

Pásen y léan (si, María, sé que no llevan tilde, pero las he puesto para enfatizar mi intención):

               

Llueve. El gris tono de las nubes no presagia la indómita fuerza con que la sombra divina atormenta la pálida tristeza del juego de poder que, como un rayo desbocado, golpea ahora con lágrimas de desesperación mis manos, ciegas de piel y de tórridas sensaciones.
Ardo en mi propia fragua, arrebatada por la humedad de mis ansiosas entrañas, esperando que el cielo se abra y me revele la claridad que ilumine el alma, mi alma, despejando el infinito color de mi rubor perdido.
¿Cómo, cómo, cómo?… ¿Cómo he permitido, a pesar de mi experiencia, de mis años de juventud perdidas al viento fugaz de la pasión, a los siglos de mujeres también heridas por la poesía de los trovadores y hechiceros de la voz, por las esperanzas de un alado destino, tal y como cantan por poetas y juglares, cómo de dejado que la fálica criatura de torso brillante, feroz lengua y poderoso abrazo se haga amo y regente del destino de mis pensamientos, de mi cuerpo y de todo mi ser? Un estremecimiento recorre mi cuerpo aterido al intuir la respuesta a esta incertidumbre.

- ¿Existencia? ¿Todo esto tiene sentido?

¡Suplico a Zeus que pare el tiempo! que detenga las nubes, que congele las gotas en el punto exacto en que vuelan en caída libre, con la inexorabilidad de su certero destino hacia mis ojos desnudos de arrogancia. Vencidos por una conquista más en la bilis de dientes apretados de un hombre de corazón corrompido por el vicio oscuro de la dominación.
¿Pero y yo? ¿Cómo no he sido capaz de ser yo? ¿Cómo he vendido mi esencia por una caricia etérea? Descubro que las gotas de lluvia impregnan mis vestiduras de algodón, empapando mi túnica blanca, sin que pueda hacer nada para evitarlo. Pero mi alma y mis pensamientos son míos y sin embargo, no he hecho nada para evitar que su constante influencia perniciosa penetre en mí por mor de su mirada de ojos profundamente penetrantes, que hábilmente guiados por una mente perversa, se ha apropiado de cada célula de mi cuerpo, cada brizna de mi frondoso cabello, cada aliento de mi respiración, calando en cada pulso de mi corazón.
¡Qué se pare todo!, que se detenga el mundo, que deje de correr el tiempo, que me dé una oportunidad de pensar. Que me permita salir de esta vorágine de constantes subidas a los cielos, y vertiginosas caídas despiadadas a los rojos infiernos donde penan los errados. De donde surge todo esto, surge también la errática esperanza.

¡Quiero ser!¡Quiero poder ser!

Las nubes de vapor colgadas en la bóveda celeste en que se encuentran los astros se disipan. Dejan el grís azulado, perdiéndose en lívidos verdes irisados de brumoso rosa pálido. Cae el sol, la tormenta cede... la paz. ¿Llega la Paz? Una suave brisa de cambio acaricia mis mejillas. ¿A qué huele la paz?, ¿A hojas caídas de primavera pudriéndose impregnadas del vaho de los corazones rotos?

¡No!, no llega la paz, solo una pausa lánguida en el transcurrir del tiempo, que una y otra vez se repite, engendrando más sinrazón. ¿Es la existencia esa nube tóxica de azufre que rezuma del volcán como aviso del terrible cataclismo oculto, del poder desatadamente contenido en un cuerpo vigoroso?

Alejate, ¡aléjate, de la lluvia!, del vapor que agorero presagia el lamento de un corazón roto… ¿O quizá cerca del borde del abismo está la respuesta que todos los corazones esperan? El filo de una navaja, el borde de cataclismo o la cumbre del deseo.

Dioses, ¡dadme la respuesta! Guiadme por el camino, no dejéis que me pierda de nuevo tras las oscuras sombras de una promesa. Enseñadme, como un vieja maestra enseña a sus pupilas.

Fin.
          

 

Machos y hembras conviven en una especie de lucha de poder, no hay ciencia que lo explique. Desde que existe la historia un sexo parece aprovecharse del otro. Suele interpretarse como el domino de un ser sobre otro, pero no por ello deja ni dejará de buscarse (y hasta incluso alcanzarse) el cielo en la pugna. Pocas veces sin víctimas, pero "el cielo" a fin de cuentas. ¡Por dios, que alguien nos proteja del cielo!

Confío en que mi modesta aportación a la solidaridad no les haya asustado, que al menos les haya entretenido, y sobre todo que vuelva a verlos por estos lares.

Un saludo, Damas y Caballeros!!!

P.d.: De nuevo mi apoyo a esos héroes anónimos que luchan por "la vida". Gracias a los certeros apuntes de estilo de cierta hechicera Dama, y al, también certero, ojo fotográfico de un experto "fotógrafo/instagramero". Como siempre, votos (abajo, pulsando sobre las estrellitas) y comentarios pulsando en el enlace azul cerca del título, gracias.

Yell